El verano más caluroso del siglo. Cuatro casas perdidas entre los trigales. Los mayores permanecen encerrados en casa. Seis niños, en sus bicicletas, se aventuran por entre los campos ardientes y abandonados. En medio de ese mar de espigas, hay un secreto espeluznante, un secreto que cambiará para siempre la vida de uno de ellos.
Una historia tensa y un vívido ritmo, un artefacto de relojería que se va tensando hasta una conclusión sorprendente. Michele Amitrano, de nueve años, de repente tiene que vérselas con un secreto tan grande y terrible que ni siquiera puede explicarlo. Y para afrontarlo deberá encontrar fuerzas precisamente en sus fantasías de niño, mientras el lector asiste a una doble historia: una que es vista con los ojos de Michele, y otra, trágica, que afecta a los mayores de Acqua Traverse, miserable caserío perdido entre los campos de trigo. El resultado es un relato poderoso y de una absoluta felicidad narrativa, donde se respiran atmósferas emparentadas con Las aventuras de Tom Sawyer o los Cuentos populares italianos de Italo Calvino.